Cómo reconocer un buen AOVE: pureza, sostenibilidad y excelencia en Finca La Torre
Cada vez más consumidores se interesan por el aceite de oliva virgen extra (AOVE), un producto que combina excelencia sensorial y compromiso con el entorno. Pero ¿qué convierte a un aceite en un verdadero AOVE de autor? La respuesta está en el origen, en la forma de trabajar la tierra y en la filosofía que hay detrás de cada gota.
Tal y como recoge el medio Vozpópuli en su reportaje “Aceite de oliva virgen extra: cómo reconocer un buen AOVE” (Clara Pérez, 20/10/2025),
“En el caso de Finca La Torre, esa filosofía se resume en tres palabras: pureza, sostenibilidad y excelencia.”
Ubicada en el término de Antequera (Málaga), Finca La Torre lleva más de una década demostrando que la calidad no es una casualidad, sino el resultado de un trabajo constante y una mirada larga hacia el futuro. Su lema, “Guardianes de la Excelencia”, reivindica el papel del AOVE como patrimonio cultural y gastronómico de Andalucía.
Agricultura biodinámica: el alma de un AOVE de autor
“Solo recolectamos la cantidad que podemos molturar en el día”, explica Víctor Pérez, ingeniero agrónomo y responsable de producción. “De ese modo, la aceituna pasa de la rama a la almazara en pocas horas y el fruto conserva intactas sus propiedades.”
Las 380 hectáreas de la finca combinan olivos centenarios de la variedad Hojiblanca —la estrella de la casa— con plantaciones más jóvenes de Arbequina, Picudo y Cornicabra. Todas se cultivan bajo un modelo ecológico y biodinámico, donde la finca se concibe como un organismo vivo en equilibrio con su entorno.
La extracción en frío, a menos de 22 °C, garantiza que el aceite conserve toda su riqueza aromática y sus antioxidantes naturales. El resultado es un aceite con identidad propia: fresco, frutado y con un equilibrio perfecto entre amargor y picor.
Biodinámica: un equilibrio natural
A diferencia de la agricultura convencional, la biodinámica emplea preparados naturales, compost y técnicas que respetan los ritmos lunares.
“No forzamos la producción, sino que dejamos que el árbol siga su ritmo. El resultado son frutos más sanos, aceites más estables y una huella ambiental prácticamente nula”, añade Pérez.
Esta coherencia entre método y producto es la que otorga a cada variedad de Finca La Torre su carácter distintivo:
- Hojiblanca: frutado intenso, con equilibrio entre dulzura y picor.
- Arbequina: elegante, suave y aromática.
- Picudo: aromático y persistente.
- Cornicabra: potente y estructurada.
Un legado de siglos, una mirada al futuro
El carácter de un aceite también se mide por su historia. En Finca La Torre, esa historia se remonta a la Antigüedad.
“En los alrededores se han hallado restos romanos, ánforas y piedras de molino, que evidencian que aquí se elaboraba aceite hace más de dos mil años.”
Hoy, la almazara combina esa herencia con la tecnología más avanzada: control térmico y trazabilidad total, garantizando un producto constante y de calidad excepcional.
Este compromiso con la tierra y la innovación ha sido reconocido con premios nacionales e internacionales, entre ellos cinco veces el Premio Alimentos de España al Mejor AOVE.
Más allá de los galardones, el valor de Finca La Torre reside en su coherencia: un modelo que demuestra que la excelencia no solo se mide en sabor, sino también en respeto por la tierra.
El valor del AOVE gourmet
Reconocer un aceite de oliva virgen extra de autor es reconocer el valor de un oficio. Detrás de cada botella hay conocimiento, respeto y tiempo. En un mundo que tiende a la homogeneización, proyectos como Finca La Torre reivindican la identidad, el territorio y la autenticidad como las verdaderas señas de calidad.
“El AOVE gourmet no es un lujo: es la expresión más pura de una tradición que forma parte de la cultura mediterránea.”
Fuente: Artículo original publicado por Vozpópuli
